¡¡¡A sufrir también se aprende!!!
Uno de los objetivos prioritarios en el deporte infantil, debe ser ayudar a que los jugadores desarrollen su capacidad de sufrimiento y su fortaleza mental, de tal forma que les permita superar las situaciones más exigentes del entrenamiento y la competición.
Para lograrlo padres y entrenadores deben trabajar conjuntamente, ayudándoles a que adquieran un verdadero compromiso y lo mantengan aún en las situaciones más complicadas o difíciles (cambios y correcciones técnicas, entrenamientos intensos, discrepancias con el entrenador o los compañeros, malos resultados, interferencia con otras actividades…).
La capacidad de sufrimiento y con ella el fortalecimiento mental, los jugadores la van adquiriendo día a día, al enfrentarse e intentar resolver los distintos retos que les plantea el deporte, entrenando y jugando con seriedad y entrega, para así poder hacer el esfuerzo físico y psicológico necesario, que les permita mantener la intensidad adecuada en cada momento, sin rendirse, desanimarse o perder el control. Mejorando de esta forma su rendimiento y autocontrol en situaciones desafiantes.